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El discurso como herramienta de manipulación

Del estudio del ensayo:   “Discurso y manipulación: discusión teórica y algunas aplicaciones” del teórico lingüista neerlandés Teo van Dijk (van Dijk, 2006) se extraen estas impresiones; sumadas a otras notas de otras fuentes.

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Manipulación (def.): abuso de poder (dominación) discursivo como forma “simbólica” o “comunicativa” o de interacción que emplea el lenguaje en todos sus modos.

Implicaciones del concepto:

a)      Genera asociaciones negativas en cuanto la práctica transgrede normas sociales como la interacción social. La práctica es un modo simple y legítimo de persuasión del tipo argumental siempre y cuando se evite la asociación negativa –como se hace a través de un discurso manipulativo-, con lo cual los interlocutores son libres de creer o de actuar.

b)      Es una forma de influencia ilegitima ya que pretende convencer a una víctima para que acepte a favor lo que el manipulador desea.

c)      Se manifiesta de modo multimodal y en variado formato de lenguaje. Por ejemplos, la propaganda, los cuadros de los medios de comunicación tales como fotografías, textos, películas, etc.

Manipulación desde el discurso

La evaluación crítica o significado manipulativo de la oralidad y del texto escrito depende de los modelos contextuales de los hablantes, de los escritores, o del receptor y de las intenciones que se les atribuyen a emisor y a receptor. El discurso manipulativo ocurre en la comunicación pública controlada por élites corporativas, académicas, mediáticas, burocráticas que serán los emisores o con base en políticas dominantes. El contexto queda en consecuencia delimitado por restricciones como: los roles de los participantes, sus relaciones, sus acciones y sus conocimientos. Es decir, se manipula con el discurso desde modelos contextuales de los participantes y en el acto de comunicación.

Élite simbólica (def.): gente en poderv que tiene el control sobre el discurso público parlamento, campañas políticas) sobre medios de comunicación, sobre la educación (libros, etc).

Algunas restricciones pueden ser:

a)     Enfatizar la posición, el poder, la autoridad o la superioridad moral del hablante o de sus fuentes y debilitar al otro con base en enfundar su posición inferior, su falta de conocimiento, etc.

b)     Enfocar creencias para que el receptor las acepte como nuevo conocimiento, argumento, prueba, etc.

c)      Desacreditar fuentes o declaraciones alternativas por disidentes.

d)     Apelar a ideologías, actitudes y emociones relevantes de los receptores.

Los titulares de los periódicos y las portadas de las revistas que influyen la mente de los receptores de noticias e historias informativas, las expresiones sonoras o visuales con que se enfatizan y ordenan significados, la sintaxis y nominalización con la que se acentúa o denigra el lenguaje oral y escrito son ejemplos de estructuras discursivas de variado nivel aptas para la manipulación del discurso en la comunicación pública.

Otro mecanismo es la ideología propiamente dicha, cuya estrategia puesta en el discurso es difícilmente sorprendente. Ejemplos enfáticos señalan una división entre “nuestros” valores y “otros” valores no deseados y atribuidos a los demás. Estas son manipulaciones socio-políticas siempre que involucren ideologías, actitudes ideológicas y estructuras discursivas ideológicas.

Un discurso manipulativo que recae en el receptor y lo acepta deja que su mente sea controlada por el lenguaje, las formas de expresión y las estrategias usadas en el contexto de los participantes. Así implica que ese receptor puede ser caracterizado con:

a)     ausencia o insuficiencia de conocimiento relevante para que formule contra-argumentaciones y asuma un pensamiento crítico frente a las aseveraciones falsas, incompletas o pre-juiciosas;

b)     apego a normas, valores e ideas fundamentales que no puede negar o ignorar;

c)      emociones fuertes, traumas, etc. que lo hacen vulnerable ante el discurso y su ideología;

d)     roles sociales, profesionales, de estatus, etc. que lo inducen a aceptar esos discursos de personas, grupos u organizaciones de elite.

En síntesis, la manipulación desde el discurso público que moldea los contextos comunicativos significa abuso de poder con base en los modos aceptados de comunicación y cuyos alcances se relacionan con: i) la generación de asociaciones negativas en la mente del receptor del mensaje, ii) la influencia ilegitima para convencer a la víctima y, iii) la reiteración multimodal del lenguaje oral, visual y textual. Como estrategia general la manipulación del discurso se enfoca en aquellas características sociales y cognitivas más vulnerables de los receptores que los hacen proclives al abuso, al aprovechar la condición de dominación del emisor y ubicando en la desigualdad al receptor.

La manipulación ilegitima desde la interacción se configura cuando las prácticas sociales favorecen los intereses de una sola de las partes involucradas en el discurso y por ende perjudica los intereses de los receptores.

Evadiendo el abuso

Una opción para evitar la manipulación del discurso no persuasivo es a través del análisis crítico a ese discurso ilegal y estratégico que tiene la rígida finalidad de dominar. Prevenirlo indica la necesidad de un receptor del mensaje porque el discurso es una categoría de un observador con capacidad de examinar una pieza de lenguaje. Posteriormente, el receptor puede ejercitar en el mensaje funciones de comprensión acerca de las efectivas intenciones o ver las reales consecuencias del discurso.

Por ejemplo, el tema de migración y de los grupos humanos migrantes tan común en el mundo cosmopolita será un discurso mediático manipulador cuando el agente dominador busque generar afinidades negativas en su receptor, tales como: atribuir como consecuencias otros problemas sociales o económicos para la población que acepta a los grupos humanos desplazados. Otro desenlace clasificado como manipulación negativa del discurso, cuando los medios o los políticos atribuyen al migrante causas generales para efectuar su migración como los estados de desequilibrio económico en la nación de origen, el desempleo, etc.

Aquel discurso tendrá un modo de persuasión cuando esos mismos agentes demuestren que tanto la migración como los grupos humanos migrantes responden a carencias de políticas de gobierno equitativas. Analizar la causa de la causa para obtener a la consecuencia de la consecuencia, expresaba Luhmann (2007).

Si el receptor no expone su poderosa condición de análisis crítico ante el mensaje será una víctima de la implementación de ideologías por parte del hablante pues los significados preferentes seleccionados por el emisor enfatizan o difuminan la idea de su discurso en la mente del receptor. En este caso, el empleo del lenguaje, de los significados locales, de los conceptos imprecisos, de los vocablos específicos, de los actos de habla determinados, de la información explícita o implícita, del uso de metáforas y de otras figuras retoricas rebasarán lo normal de la expresión y realizarán una entonación concreta. A decir de Rousseau (2008), las primeras formas de lenguaje escrito se manifestaron al interpretar objetos, no sonidos, a través de figuras alegóricas, lo que presume que cuanto más lean los ciudadanos de una nación más se instruyen, más desaparecen sus dialectos y solo subsistirán formas de jergas dentro del pueblo, que poco lee y no escribe.

Modos de manipular

En lo social

Es una forma de interacción social que incluye poder (control de la mente por algunos agentes o grupos sociales que ejercen sobre otros) y dominación social, incluida la reproducción de las prácticas cotidianas desde el abuso de poder. Los actores sociales necesitan satisfacer ciertos criterios personales –como pertenecer a un grupo, manifestar su profesión- y sociales que les permita influir sobre los demás.

Mientras menos recursos sociales escasos sean controlados o tengan acceso los actores sociales, mayor será el abuso de su poder, o sea dominación. Así mismo se genera la reproducción de las prácticas de dominación con base en el discurso público, que es el modo de propagación social del poder. (Al hablar de recursos sociales escasos se refiere a partidos políticos, medios de comunicación, áreas de las ciencias, instituciones educativas, entre otros.)

La manipulación es una práctica discursiva de los grupos dominantes orientada a la reproducción de su poder. Sin embargo, aquella manipulación destinada a ese fin puede ejercerse a través de otros modos menos negativos o ilegales como la persuasión, la instrucción, la educación, la información y otras prácticas sociales que son deliberadamente legítimas.

Un ejemplo pragmático de manipulación social es cierto discurso de orden político de los medios de comunicación con información incompleta o que conlleve perjuicio e influya en el elector. Será además ilegal porque busca deliberadamente influir en la mente del receptor a favor del político o grupo partidista del cual se informa. Un tercer modo de manipulación social desde los medios estriba en el modelo de objetividad con que se caracterizan. 

En lo cognitivo

La manipulación en lo cognitivo se gesta a través de la mente de las personas con base en sus conocimientos, opiniones, creencias que controlan las acciones. Practicar la manipulación del discurso en lo cognitivo equivale a estudiar las acciones de la persona a manipular en varios niveles de su visión de la realidad, para emitirle formas y contextos de discursos. Los memes en las plataformas sociales son ejemplo evidente, los titulares y el texto destacado en los periódicos o blogs periodísticos son otro patrón incuestionable de manipulación del discurso en lo cognitivo, pues ambas grafías embisten en primer grado a la percepción: atrapan las necesidades humanas de la emoción.  

Posteriormente el contexto del discurso alcanza al segundo nivel que es la comprensión humana, localizada en la memoria de corto plazo. El juicio intencional del discurso requiere de la función de la memoria episódica del receptor la cual invoca recuerdos o experiencias pasadas dentro de un marco que construye un modelo mental similar al discurso comprendido. En este nivel de conocimiento, las necesidades humanas ya no son del orden emocional sino racional ya que el receptor del mensaje entiende y relaciona palabras y significados y construye  nuevos modelos mentales asociados a sus propias opiniones. La diferencia frente a la práctica discursiva de la manipulación de los grupos dominantes es que esta manipulación en lo cognitivo es única, personal, subjetiva, creada por el receptor desde su modelo mental con el que filtra la necesidad pasional y comprende a los demás, gestiona el mensaje de comunicación y responde a la interacción posible.

La manipulación del discurso en lo cognitivo queda en evidencia en el nivel racional con el que el receptor comprende el texto y el contexto, debido a las estrategias usadas en el argumento del discurso con base en el análisis del lenguaje y la determinación de las formas de expresión. De manera que es el receptor del mensaje quien confronta sus propios intereses con la certeza del discurso y logra depurar el énfasis o la confusión en las propiedades de su modelo mental. Una de las maneras que más influye en esta manipulación -y hay que estar alerta- es mediante el conocimiento abstracto general asumido como actitud socialmente generalizada, de mucho uso por los medios de comunicación, que emplea frases absolutas y a veces resaltadas: “país indignado”, “ciudadanos perplejos”, “el mundial paraliza al mundo”, “el único Nobel” u otros discursos oficiales. Esos genéricos tienen por objetivo controlar las presentaciones sociales compartidas por las personas en sus grupos de interacción. Verbigracia, advertir el valor de la seguridad nacional ante la delincuencia de un migrante en algún territorio ya en conflicto.

Algunos mecanismos cognitivos de la manipulación

a)     usar un evento muy emocional con fuerte impacto en los modelos mentales de la gente con el propósito de influirlas negativamente y causar polarización;

b)     disponer de conocimiento parcial, prejuiciado, mal dirigido, desinformado, que asegure al grupo dominante comprensión general compartida en lo social y lo cultural;

c)      repetir mensajes y explotar sucesos relacionados ocultando los intereses y los beneficios de quien manipula y enfatizando privilegios comunes;

d)     afectar normas y principios al evaluar los sucesos del mundo, las acciones de las personas y al condenar o legitimar dichas acciones.