
Introducción
El chantaje emocional se da tanto entre progenitores e hijos como al contrario y consiste en hacer uso de las emociones para que la otra parte realice una acción deseada. Padres y madres lo realizan con sus hijos de diferentes formas y puede afectarles incluso para toda la vida. A menudo, ni siquiera se dan cuenta de esta manipulación afectiva por lo que es importante sacarla a la luz.
Descubre aquí las 6 etapas por las que suele transcurrir este tipo de manipulación y 5 ejemplos de frases o comportamientos que muestran el chantaje emocional que ejercen madres o padres sobre los niños. Es importante rectificar estos comportamientos ya que podrían acarrear consecuencias negativas que luego serán difíciles de corregir.
Aprende en este artículo cómo funciona y afecta el chantaje emocional en los niños y asegúrate de que tus hijos o estudiantes no lo sufran.
Índice de contenidos:
- ¿Qué es manipulación o chantaje emocional?
- Las 6 etapas de la manipulación o chantaje emocional
- ¿Cuáles son las 5 formas de manipular emocionalmente a los niños?
- ¿Cómo afecta el chantaje emocional a los niños?
- ¿Cuáles son las consecuencias de utilizar el chantaje con nuestros hijos?
- ¿Qué hacer para dejar de usar el chantaje emocional con nuestros hijos?
- Bibliografía
¿Qué es manipulación o chantaje emocional?
El Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP) da una clara definición de lo que es manipulación o chantaje emocional. Considera que es la influencia que ejerce una persona sobre otra, utilizando diversos métodos como la culpa, la obligación y el miedo para lograr su objetivo.
Se trata de una forma de violencia psicológica que, empleada en niños, es todavía más contraproducente ya que los hace más vulnerables. Es mucho más común de lo que se piensa y se emplea a gran escala durante la crianza.
Manipular a los niños es una forma de ejercer poder sobre ellos. Por lo general se evidencia por medio de amenazas (de forma directa o indirecta) si no hacen exactamente lo que se les pide. Los adultos que utilizan la manipulación o que abusan del chantaje emocional contra sus hijos u otros niños es porque seguramente alguien más usó esta técnica despiadada contra ellos a temprana edad.
Las 6 etapas de la manipulación o chantaje emocional
La manipulación, de acuerdo al Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), consta de seis fases fáciles de identificar:
1. Demanda: El chantajista o manipulador demanda alguna situación y desea conseguirlo a toda costa.
2. Resistencia: Muchas veces, la persona que es manipulada se niega a cumplir las exigencias del manipulador.
3. Presión: Si el manipulador no consigue lo que espera, utiliza algunos mecanismos de presión como la culpa, la amenaza o el reclamo.
4. Amenazas: La amenaza se intensifica aún más y el manipulador advierte con ejecutar alguna acción si el chantajeado no hace exactamente lo que se le pide.
5. Capitulación: La persona que es chantajeada accede a las demandas. De hecho, puede llegar a sentir una terrible culpa por haberse negado previamente.
6. Repetición: De forma progresiva este comportamiento se vuelve repetitivo y cada una de las partes asume su rol de forma consciente o inconsciente. La víctima cree que para él es mucho mejor dar su brazo a torcer.
¿Cuáles son las 5 formas de manipular emocionalmente a los niños?
Hay muchísimas formas de manipular emocionalmente a un niño pero te diremos las cinco más comunes para que puedas identificarlas y actuar en consecuencia.
1.“Si no haces algo en específico, no voy a quererte nunca más”
Se trata de una frase bastante habitual en adultos cansados de la desobediencia de los más pequeños, creyendo que así amoldarán su comportamiento a su necesidad y requerimiento. Pero lo cierto del caso es que se trata de un chantaje cruel, poniendo el amor sobre una balanza.
Los niños deben saber desde siempre que el cariño de los adultos esincondicional y que jamás dejarán de amarlos por sobre todas las cosas. Este tipo de frases suele ser contraproducentes pues les hará sentir un miedo terrible.
2.“En cualquier momento me marcho y te dejo”
Otra de las frases que generalmente dices a tus hijos manipulados es que en cualquier momento te irás, dejándolos solos y a su suerte. Igual que la anterior, esta frase es capaz de infundir mucho miedo e inseguridad.
Para muchos, es una de las amenazas más perversasque puedes ejercer contra un peque, aun sin saber el daño que estás causando. Recuerda que como adulto o padre, eres simplemente el principal elemento de seguridad y tranquilidad que poseen hasta su edad adulta.
3.“Has hecho que te pegue”
Hacerte la víctima y responsabilizar al niño de tus actos es una forma de manipulación emocional. Es más común de lo que puedas llegar a imaginar y muchos papás lo asumen como correcto, con tal de lograr que el niño no repita cierto comportamiento.
4.La ley del hielo o el silencio mortal
No se trata de ese momento en el que esperas paciente a que el niño se tranquilice de su berrinche para hablar adecuadamente con él. A lo que hacemos referencia es a usar el silencio en su contra como castigo. Hacerse los sordos y evitar dirigirle la palabra suele ser contraproducente.
Básicamente, es una forma de abuso emocional que genera ansiedad,estrés y una profunda tristeza. Definitivamente, la ley del hielo no es la mejor forma de castigar a los niños.
5.“Ya basta de tanto llorar. Las demás personas te están mirando”
Muchas veces se emplea la manipulación contra niños por medio de su exposición en público. Pero ridiculizarlos delante de otras personas o en espacios públicos definitivamente no ayuda en nada.
Lo que puedes conseguir es que termine por no expresar lo que siente en momentosdeterminados y que niegue sus sentimientos. Este tipo de actos evitará que en edad adulta sepa gestionar su conducta emocional, lo que podría afectarle en sus relaciones con los demás.
¿Cómo afecta el chantaje emocional a los niños?
El hecho de mantener la conducta de los hijos bajo estricto control obliga a los padres a ejercer la manipulación emocional. El chantaje se hace común cuando las indicaciones de los padres no son suficientes. Pero lo cierto del caso es que en lugar de lograr un comportamiento adecuado, se está generando una afectación terrible que podría perjudicar su salud mental.
El Mundo publicó en su artículo “Sobreprotección, miedo, manipulación y otros rasgos tóxicos de los padres que marcan a los hijos”, los dos grandes efectos que el chantaje emocional puede generar.
1) Que los pequeños demuestren un gran rechazo hacia los adultos concomportamiento abusivo.
2) Que vayan por la vida actuando para tratar de caerle bien a los demás y ejecutar cualquier acción para llenar las expectativas de un tercero.
Un reportaje del diario ABC, titulado “Los niños manipulados por sus padres crean una memoria falsa”, explica que los padres pueden ir excesivamente lejos ejerciendo contra sus hijos el chantaje emocional.
Lucía del Prado, presidenta de la Fundación Filia de Amparo al Menor, explica a ese importante medio de comunicación que los padres son capaces de manipular tanto a un niño que estos generan lo que en el mundo de la salud mental se conoce como “memoria falsa”. Lo que la especialista trata de decir es que los pequeños toman como cierta cada una de las amenazas, haciéndolos sufrir por mucho tiempo. Y por tal razón, el rechazo hacia la persona que genera esa realidad errónea se intensifica con el paso del tiempo.
¿Cuáles son las consecuencias de utilizar el chantaje con nuestros hijos?
Las principales consecuencias en el comportamiento del niño derivadas de un chantaje emocional son el daño a su autoestima y confianza, además de provocarle humillación, sentimiento de culpa, inseguridad y vergüenza. Asimismo, “da lugar a niños y niñas con una tendencia elevada a frustrarse y crea una dependencia de lo material en ellos, ya que están acostumbrados a recibir algo a cambio de hacer lo que se quiere”, refleja Noguera.
Por otro lado, el chantaje provoca que nuestro hijo actúe desde el miedo y la sumisión, ya que con nuestras palabras le estamos obligando a obedecernos de forma sumisa e inmediata, lo que tiene fatales consecuencias a corto y largo plazo. Y es que el niño que modifica su comportamiento o hace algo por miedo a las consecuencias, no está aprendiendo ni actuando en base a un aprendizaje interiorizado. Esto hará que, en el futuro, no sepa tomar decisiones porque ha crecido “sin haber potenciado la autonomía ni la responsabilidad, además de no haber dejado espacio al pensamiento crítico”, según revela la experta.
El chantaje es una forma de violenciaemocional y de manipulación
Por último, comunicarnos de forma habitual con chantajes hace que nuestro hijo aprenda inconscientemente que es legítimo manipular a otros a través del lenguaje de la amenaza y el miedo psicológico, por lo que en un futuro “actuará de la misma forma con nosotros y con los demás, lo que le llevará a tener relaciones tóxicas. Es un arma de doble filo”, asegura la especialista.
¿Qué hacer para dejar de usar el chantaje emocional con nuestros hijos?
Cuando hablamos de educación y crianza es normal perder los nervios en un momento dado. Educar a nuestro hijo puede llegar a ser agotador y seguramente todos hemos utilizado esta estrategia alguna vez, pero para dejar de utilizarla es bueno hacer autocrítica, reflexionar y luchar por cambiar nuestra comunicación con nuestros hijos para hacerla más positiva y respetuosa.
Algunos consejos que Sara Noguera nos da para que nuestros hijos nos hagan caso sin tener que chantajearlos son “pedirles lo que queremos que hagan, pero informándoles de por qué o animarles con frases como “después haremos…” o “después podrás…” sabiendo que es algo que sí estamos dispuestos a ofrecer con normalidad.” Otra alternativa es mediante el juego. Gracias a ello podemos conseguir, por ejemplo, que nuestros hijos se duchen en tiempo récord, apuntando sus tiempos como si de una competición se tratara, que nuestros hijos coman como príncipes, queriendo emular buenos modales en la mesa, que queramos batir nuestro récord del día anterior para recoger los juguetes o que se laven los dientes y luego pasen una inspección con lupa para ver si han vencido a la suciedad.
Los niños para aprender necesitan equivocarse. Se trata, por tanto, de poner límites y normas con amor y respeto, aunado a un diálogo constante y sano entre padres e hijos. Con todo ello, la mejor herramienta reside en un buen aprendizaje que no se consigue bajo amenazas, coacciones o castigos, sino con acompañamiento, aliento y aprendiendo a asumir las consecuencias.
Bibliografía
Las fuentes originales de esta publicación son: