Manipulación mental

manipulación

Un denominador común en muchas relaciones es la manipulación mental o psicológica, una forma de comportamiento que implica acciones de distorsión mental y explotación emocional con el objetivo de ejercer control sobre una persona y obtener ciertos objetivos.

El que ejerce la manipulación, se aprovecha de su víctima generando un desequilibrio de poder en su propio beneficio.

Conceptualización
☝️ Volver a indice

La manipulación mental se refiere a la situación en la que una persona toma el control de las acciones y emociones de otra persona o grupo; utilizando estrategias y técnicas psicológicas como la sugestión, la seducción y la persuasión. El objetivo de esta manipulación es obtener algún beneficio o lograr un fin determinado.
Esta situación generalmente conduce a un deterioro en la autoestima de la víctima, su autonomía y su capacidad para tomar decisiones independientes, ya que queda completamente condicionada por la voluntad del que ejerce la manipulación.De hecho, la víctima puede experimentar sentimientos de confusión, inseguridad y dependencia, lo que puede dificultar su capacidad para tomar decisiones adecuadas y desarrollar relaciones saludables.

La manipulación mental podría ser una forma particular de egoísmo. A menudo el manipulador demanda de los demás un comportamiento socialmente aceptable, sin adecuarse ellos mismos. Se apropia de las ideas de otro, intentando inversamente hacer tomar por otro sus propias responsabilidades. Los argumentos de un manipulador parecen siempre, a primera vista, lógicos y morales. Habitualmente, utiliza pretextos tales como que la norma, el «buen comportamiento» que se debe tener en la sociedad o el grupo, sabiendo utilizar los puntos débiles de los otros, haciendo por ejemplo que se sientan ridículos, culpables o heridos en su pudor, lo cual los ubica o mantiene en una situación mental favorable a la manipulación.

Factores condicionantes
☝️ Volver a indice

La manipulación mental se apoya de manera recurrente en diversos registros:

El registro emocional: el miedo, la angustia, la vergüenza, el pudor, la timidez, la inmadurez psíquica, la esperanza, la necesidad de reconocimiento, de justicia; la confianza, el lazo familiar, la amistad, la necesidad de amor, el deseo, la conciencia profesional..., todos estos son sentimientos que pueden ser explotados por el manipulador.

La explotación del sesgo cognitivo por informaciones falsas, las simplificaciones o jerga retórica y los sofismas o las órdenes paradojales.

Presiones físicas o psíquicas, repetidas o continuas, individuales o en una dinámica de grupo que el manipulador busca controlar.

El mantenimiento de roles de tipo chivo expiatorio, donde un grupo se convierte en «perseguidor» de una víctima que el manipulador mantiene aislada con el apoyo más o menos inconsciente o consciente del grupo.

El registro de la dominación que se desarrolla en el miedo y los principios de «recompensa», «castigo» y de sumisión.

Una mala autoestima, el sentimiento de culpa o de inferioridad vuelven a los individuos en mucho más vulnerables a la manipulación, así como otros factores o contextos tales como:

La depresión, que puede ella misma resultar de la manipulación mental.

Un shock traumático y las situaciones de pérdida de referencias (pérdida de padres, muerte de uno o varios próximos, ruptura, divorcio, pérdida del empleo, exilio, atentado, violación, prisión, situación de guerra, enfermedad, acusaciones graves e injustas, incitaciones a la violencia, etc.) crean neuróticos culpógenos que pueden ser manipulados por las personas psicópatas.

Un trauma reprimido que haya tenido lugar en la infancia (teoría Freudiana y mantenida por la Jungiana).

Una esquizofrenia o esquizoidea del individuo.

Ciertas sustancias químicas, drogas estupefacientes, medicamentos o toxinas, incluyendo el alcohol, que atenúan o disminuyen o directamente anulan la lucidez de la conciencia y por esto pueden volver a los individuos más vulnerables a la manipulación mental, al menos provisoriamente.

La edad: los niños y los jóvenes son reputadamente más influenciables y sugestionables y, por tanto, potencialmente manipulables, pero las personas mayores (especialmente las dependientes) también pueden ser sensibles a los argumentos fundamentados en el miedo, la dependencia, la muerte, etc.

La devoción: alguna afición o fanatismo especial de los individuos que los mantenga sumisos a la voluntad de un manipulador que aparenta conocer mucho o ser un erudito del tema de devoción.

La sugestión puede llegar al grado de sugestión hipnótica en personas proclives (niños, gente inmadura), también los mass media o medios masivos de difusión llegan a tener efectos casi hipnóticos (por ejemplo filmes de violencia que generan una adicción por «la adrenalina» de un modo subceptivo o subliminal) se hace con bases psíquicamente primarias una propaganda política en la cual el sugestionado se siente identificado con el winner o imaginario «ganador» pese a todos los medios para «ganar», incluido el asesinato etc. y aunque el mensaje subceptivo o subliminal vaya en contra de los intereses del sujeto sugestionado e incluso de la población a la cual pertenece).

Contrariamente a una idea expandida, un buen nivel de estudios y una buena situación social no protegen de ciertas formas de manipulación.

Tipología
☝️ Volver a indice

Los tipos de manipulación psicológica son diversas estrategias que utilizan los agresores para comunicarse de manera hostil con sus víctimas. Estas tácticas incluyen el uso de silencios incómodos, quejas constantes, bromas dañinas y humillantes, amenazas, entre otras.
A continuación, te presentamos 4 tipos de manipulación psicológica:

Manipulación a través de la culpa

Hace que las personas se sientan culpables con el objetivo de manipularlas y dominarlas según su voluntad.
Cuando alguien se siente culpable, se vuelve vulnerable y hace todo lo posible para «arreglar sus errores», algo de lo que los manipuladores se aprovechan para controlarles y causarles daño.

Manipulación a través de la amenaza

Se utiliza el miedo y la creencia en su superioridad para lograr sus objetivos. Las técnicas de manipulación psicológica que emplea pueden ser verbales y físicas, lo que hace que la víctima se sienta atrapada y ceda a las demandas por temor a las consecuencias.

Manipulación a través de la vergüenza

Puede ser especialmente perjudicial, tanto para adultos como para niños. Los humanos somos una especie social que busca ser aceptada en grupos, y los que ejercen la manipulación pueden explotar este deseo al burlarse de la persona, avergonzarla frente a otros o compararla negativamente con los demás.

Manipulación a través de premios

El que se encuentre en un rol de poder establece la condición de que para recibir algo deseado, la persona debe hacer algo que no desea. Esto crea una dinámica de control sutil, pero que igual repercute en la persona a la que se le está aplicando este tipo de tácticas.

Manipulación psicológica en pareja

La manipulación psicológica en la pareja es un fenómeno complejo y difícil de detectar debido al fuerte vínculo emocional que existe entre las personas involucradas. Esta forma de manipulación tiene consecuencias devastadoras, ya que no sólo socava los cimientos de la relación, sino que también genera una profunda falta de confianza en la víctima.
El que ejerce la manipulación emocional en una relación de pareja tiende a menospreciar los sentimientos, opiniones, deseos y necesidades de su compañero, priorizando los suyos propios o imponiéndolos. Como resultado, la víctima generalmente experimenta frustración, resentimiento y una profunda insatisfacción en la relación.

¿Cómo saber si soy una víctima?
☝️ Volver a indice

Detectar la manipulación psicológica en una relación de pareja puede ser complicado, pero existen algunos comportamientos y características comunes que pueden hacerte sospechar:

Cambio de actitud basado en experiencias pasadas

Si tu pareja intenta cambiar tu actitud o comportamiento en función de sus experiencias pasadas, puede ser una señal de manipulación. Puede prohibirte mantener conversaciones con otras personas por miedo a que se repita la misma situación o para evitar que te alejes de su control.

Constante recordatorio de lo que ha hecho por ti

Por ejemplo, cuando suele recordarte constantemente las cosas que ha hecho por ti, como si estuviera llevando una cuenta. Esto puede generar sentimientos de culpa y obligación en ti, creando una dinámica desequilibrada en la relación.

Responsabilización de sus emociones

Si tu pareja te responsabiliza de sus propias emociones desagradables, así como de las conductas disfuncionales que derivan de una gestión ineficaz, es un claro indicio de manipulación. Te hace sentir mal por algo que no tiene relación contigo, generando una dependencia emocional en la relación.

Además de estos comportamientos, hay más patrones de manipulación:

  • Conocen tus inseguridades y debilidades y no dudan en atacarte con ellas, utilizando tus vulnerabilidades para mantener el control sobre ti.
  • Cambian de comportamiento rápidamente y suelen crear conflictos para distraerte y desviar la atención de sus manipulaciones.
  • Se justifican constantemente para evadir la responsabilidad de sus acciones y comportamientos, buscando siempre excusas para su conducta manipuladora.
  • Intentan generar lástima para convertirse en víctimas y que sientas empatía hacia ellos, utilizando esta estrategia para mantener su poder y control sobre ti.
  • Son convincentes en sus palabras y argumentos, sabiendo cómo manipular tus creencias y percepciones para que aceptes su versión de los hechos.

Es esencial reconocer estas señales de manipulación en una relación de pareja y buscar apoyo si te encuentras en una situación así. La comunicación abierta, el respeto mutuo y la autonomía son fundamentales para mantener una relación sana y equilibrada.


hr